CAMBIOS EN LA MUJER DURANTE EL EMBARAZO

El embarazo es un momento de cambios en muchos niveles y a veces también de sorpresa, sorprende el cuerpo, a veces puede que no te identifiques con él, sorprende el estado emocional, o las dificultades físicas que lo acompañan. Es un lugar en el que quizás antes no hayas estado, o has estado pero de un modo diferente.

En esta etapa es habitual cuidar la alimentación, hacer las revisiones médicas periódicas, las clases de preparación al parto, pero es posible que toda la parte emocional no se mire como debería, y por tanto puedas estar viviendo el proceso con un malestar intenso.

ETAPAS PSÍQUICAS DURANTE EL EMBARAZO

• Primera fase, cargada de ambivalencia emocional. Es una etapa con mucha sintomatología física y con cambios muy potentes que a veces son vividos con extrañeza. A nivel emocional la inestabilidad afectiva parece lo más habitual en este momento de la gestación. Expresar esas emociones encontradas (entre felicidad y tristeza e ilusión y miedos) ayuda por una parte a normalizarlas y por otra a poder buscar soporte emocional en este momento de tanta intensidad y transparencia psíquica.
• Segunda fase, construcción de las representaciones mentales. Se inicia con los movimientos del bebé, por lo que se va construyendo una realidad en torno a su existencia. El embarazo se va integrando a la vida y se comparte con el entorno. Empiezan a aparecer las fantasías e imágenes en torno al bebé y la mamá maternando. La ansiedad y la ambivalencia emocional, pueden dificultar ese camino, por ello abordarlo puede servir para prevenir los desórdenes en el vínculo y trastornos asociados al parto o puerperio inmediato.
• Tercera fase, miedos en torno al parto y bebé. Puede darse un aumento de la ansiedad respecto a las preocupaciones del parto y la muerte. Conocer los miedos que van apareciendo y las necesidades individuales será de gran ayuda para aliviar y cuidar mejor este momento vital.

ANSIEDAD Y DEPRESIÓN
EN EL EMBARAZO

Sabemos que la gestación es un periodo excepcional a nivel vital, caracterizado por una extrema transparencia psíquica, sensibilidad y orientación a señales de alerta y peligro. Todo ello lo convierte en un momento muy vulnerable y muy orientado hacia la ansiedad.

Preocuparse es lo habitual durante el embarazo: preocupación por la salud del bebé, por los cambios corporales, por la adaptación familiar, por la vida anterior, por el resto de hijos si los hay, por el parto y los riesgos asociados, por la recuperación física, por estar a la altura de “la madre perfecta”, etc.

Mucha de la sintomatología del embarazo, especialmente en el primer y tercer trimestre, puede solaparse también con sintomatología depresiva, como el cansancio, la apatía, la falta de concentración, los cambios en el sueño y la inestabilidad afectiva dificultando así una detección precoz del cuadro depresivo.

Entre los principales síntomas de depresión y ansiedad durante el embarazo, cabe destacar el arrepentimiento, la tristeza y desesperanza, los miedos, la falta de cuidados, el bajo ánimo, la sensación de incomprensión, la irritabilidad o los cambios de apetito y ritmos de sueño.

Es necesario quitar el estigma asociado y normalizar estas vivencias como reales y frecuentes, para poder intervenir sobre ellas desculpabilizando, tranquilizando y planteando diversas opciones de tratamiento para encontrarse mejor, y poder transitarlo con menor angustia y malestar.